Medir, medir mejor… ¿Por qué?

Many talk about measuring human resources, but get lost because the issues are confusing. What to measure? How to measure it? When to measure? Where to measure? – Ulrich

Vemos cómo cambian y avanzan los tiempos. La revolución, ese cambio de era del que tanto se habla, implica nada más y nada menos, poner el foco en las personasLa realidad es que la cadena de valor de muchas nuevas organizaciones está cada vez más orientada desde y hacia las personas, a la generación y la implementación de las ideas, a los cambios que generan dichas ideas, a los resultados derivados de dichas ideas.

Pensar, analizar, crear, escuchar, vigilar, definir, contrastar. #makesmewonder

Todo referente a las personas, sus motivaciones, el compromiso, la cultura organizativa, los valores o el liderazgo, son activos intangibles. El reto de medir lo intangible lleva años siendo el reto de Gestión de Personas: “cómo la gente crea valor y cómo medir el proceso de creación de valor”. Reducir a unos cuantos indicadores la complejidad de una organización, de un sistema de personas, es un auténtico reto. Nos olvidamos de la mirada holística de las organizaciones y nos quedamos con evidencias cuantitativas, demasiado simples, normalmente supeditadas a resultados cortoplacistas. Son muy pocas las empresas que miden la gestión, el talento, la evolución de la cultura y el cambio organizativo.

Medir mejor requiere introducir indicadores cuantitativos y cualitativos (sin complejos, estos últimos), enfocados tanto al corto como al medio largo plazo, y que combinen la medición de los resultados operativos con los de la evolución de los proyectos estratégicos. Requiere tratar de medir el cambio y el desarrollo organizativo. Hace unos días hablábamos, por ejemplo, de la valentía de medir la alineación de los valores de la organización y las personas; una de esas cosas que no se suelen medir.

Mañana y el miércoles hablaré sobre esto en Deusto Business School con los alumnos de doble grado. Expondremos el Cuadro de Mando como vía para, entre otras cosas, desplegar nuestra estrategia. También les contaré cómo el trabajar con una perspectiva de cuadro de mando e indicadores nos permite a las organizaciones del conocimiento dar salida a una serie de inquietudes organizativas que tenemos cada vez más personas:

  • ¿Conocemos hacia dónde vamos?
  • ¿Cómo conseguimos interiorizar los por qué del proyecto?
  • ¿Se suele compartir, difundir y participar en la definición y la implementación de la reflexión estratégica?
  • ¿Estamos acostumbrados a recibir y compartir información de manera transparente?
  • ¿Destacamos por establecer sistemáticas de gestión? ¿Nos suena el concepto PDCA?
  • ¿Solemos definir indicadores inteligentes y que tengan sentido para las personas? ¿que nos permitan tomar el pulso a los avances de áreas, equipos y personas?

La idea resumida es que, para crecer, necesitamos forzosamente conocernos, evaluarnos, conocer dónde somos fuertes y dónde débiles, retarnos y volver a chequear. ¿Seremos capaces de pasar de la resignación ante el control a la participación responsable y transparente del reto de la medición? No es solo medir… es medir mejor.

A ver si sacamos algo en claro, que no es poco 🙂
 
La foto de Helga tiene una licencia CC. Puedes acceder desde aquí.

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