Cuando quería criticar una mala obra de arte decía en tono de cálida aprobación: «Muy eficaz».
Era una finta.
El arte no le interesaba tanto como para ponerse a discutir con los demás («perros que olisquean una perrita demasiado chica para montarla»), y entonces decía: «Muy eficaz».
Un día que estaba borracho, añadió: «Es eficaz en el arte lo que fuerza la emoción del público sin alimentar su sentido de valores».
¿Comprende? ¿Comprende?
Balthazar. El cuarteto de Alejandría. – Lawrence Durrell.