La DBS continúa generando eventos de interés. Yo, en paralelo, me voy retrasando en la publicación de contenidos interesantes. Empecemos a poner remedio.
El pasado 15 de diciembre acudimos – una pena que solamente fuéramos unos poquitos- al CRAI, al estreno de José María Gasalla como profesor de Deusto Business School. Gasalla ha estado ligado durante años a ESADE y al emprendizaje a través de sus proyectos de consultoría, donde ha abordado procesos de cambio y desarrollo directivo.
¿Su máxima? Un modelo de gestión de personas basado en la confianza.
Nos presentó las ideas clave de su última publicación: “Asunto: Confianza y compromiso”. Una charla en la que se tocaron algunos puntos interesantes, quizás de forma algo inconexa y espontánea, pero que nos hicieron reflexionar sobre distintos silencios recurrentes del management.
Pasan los años, aumentan las dudas y disminuyen las certezas. Poco a poco somos conscientes de que los modelos de gestión no fueron suficiente. Hemos tenido miedo y hemos rechazado el gestionar sistemas complejos, convirtiéndolos en lineales. ¿Conclusión? Preferíamos trabajar con recursos humanos, acotados, un factor adicional de producción, previsible y que se adapta a las normas. Y así nos va.
Hemos vivido y funcionamos guiados por valores cortoplacistas que no han generado resultados más que para unos pocos. En el camino hemos perdido el compromiso y la confianza de la mayoría.
Hacía referencia Gasalla a Francis Fukuyama y su libro “Trust”, quien en 1995 utilizaba la disyuntiva comunismo vs capitalismo para trabajar el concepto de “confianza social”. Confianza para reducir costes de transacción, para potenciar la creatividad, la innovación y la flexibilidad. Necesarias para competir en una economía que ya se manifestaba como global. Concluye que es imposible innovar de forma sostenible sin ser conscientes de la cultura de la confianza. Pero, ¿podremos recuperar esa confianza?
Realizó un repaso a los distintos apartados del libro, una propuesta de guía para recuperar el compromiso y la confianza:
- Identificación de los miedos y de las quejas. El “quejido organizacional” y el pesimismo se contagia. Hay que identificarlo y ser conscientes de su impacto.
- El riesgo de la autocomplacencia, la arrogancia de quien le han ido bien las cosas. Si hoy funciona empieza a cuestionar, porque si no, mañana tendremos problemas.
- La importancia de generar espacios conversacionales entre las personas y, primordialmente, con nosotros mismos.
- Una organización humanista. Acuérdate de ser feliz en el actuar, ser feliz haciendo. Reflexiona sobre si aprendes en el día a día. Sobre si aprendes significativamente. Reflexiona sobre si te valoran y te respetan en la organización. Sobre si aporta algo al destino de tu vida. ¿Es un sufrimiento ir a trabajar? Si es así, cada día que pasa valemos menos -suelo decir que en esos casos, la empleabilidad se reduce día a día, y es nuestra responsabilidad forzarnos a seguir creciendo-
- La responsabilidad de los líderes. Son los mayores responsables del futuro de la organización, y sin embargo continúan defendiendo sus supuestos reinos de taifas. La paradoja es que se olvidan de gestionar lo diferente, arropándose y juntándose con “los parecidos” a ellos.
- Desarrollo creativo entendiendo lo sistémico, no quedándonos en lo lineal. Tendemos a pensar que entendemos problemas, cuando en realidad únicamente vemos algunos de sus efectos. El reto es aprender a definir, identificar lo que subyace a lo visible.
No había tenido la oportunidad de conocer a José María Gasalla en vivo, y se mostró sin duda como un eficiente conferenciante. Seguro que se quedaron cosas importantes en la cartera. Su incorporación ayudará a la DBS en sus primeros pasos como escuela de negocios en la capital.
Hacía referencia Gasalla a la autocomplacencia y el cortoplacismo. Por ello no debemos olvidarnos de que será necesario presentar ese plus que nos posicione en el largo plazo. Para innovar. Y crecer.
* La foto – es necesario tomar siempre apuntes – es de childofwar