Conversación y red para vincular personas.

El próximo miércoles 19 de septiembre, a las 15.30h, estaré en el Euskalduna para participar en el Congreso Nacional de Recursos Humanos -Manager Forum– que viene organizando Interbannetwork todos los años por estas fechas. Eugenio, de Tatum me lo propuso hace unos meses y acepté encantado. Incorporar el punto de vista de un blogger para impulsar la conversación y el 2.0 en la función de personas. He leído mucho este verano. Al propio Eugenio, a Amalio, a Virginio, a Julen, a Lorena o a Óscar. A Godin, a Hamel. A esos también. Buscando inspiración. Poder poner en palabras lo que ronda en nuestro inconsciente sobre lo digital y la nueva cultura del compartir.

Un reto. 2.0. Conversación. El miércoles tengo dudas de si muchos me mirarán con cara de vaca viendo pasar un tren. Pero allí estaré, mis 25 minutos, hablando sobre qué va a hacer que la conversación vincule o se desprecie en sus organizaciones. Cultura, organización y cambio. Tema de Gestión de Personas.

Te adjunto la presentación del próximo miércoles, haz click aquí para verla y descargarla, así como un breve resumen 🙂

¿Por qué hablamos de conversación y red?

Porque Internet lo ha cambiado todo. Ha cambiado las reglas. Es el corazón, la razón de ser de la globalización. La razón de ser de la velocidad endiablada de los mercados y la vida en general. Todo cambió cuando llegó Internet. Desde entonces andamos como pájaro sin cabeza intentando adaptarnos. Intentando entender.

Hoy la red se ha convertido en el lugar donde las personas leemos, participamos, interactuamos, tomamos decisiones, nos consultamos, mostramos nuestros gustos y preferencias. Como suele decir Lorena, en internet estamos dejando parte de nuestro ADN.

Lo anterior es una bomba para las organizaciones, que en su mayoría aún navegan a ciegas. A algunas les ha explotado en la cara. Podemos entender lo anterior como la mayor de las oportunidades, o la mayor de las amenazas. En cualquier caso, cuando intentamos explicar el impacto de la red en las organizaciones, pocas llegan a comprender los mecanismos y lo que implica esta nueva forma de relacionarse y de convivir. No entendemos cómo afecta al sistema. Más de lo que pensamos. Hasta el punto de que ya se habla de la defunción de la función de marketing

Innovar rápido. Innovar mejor. Innovar juntos.

Tres ideas.

En un mundo global y conectado, la innovación puede que no sea suficiente. Me explico. Como seres humanos, llevamos innovando toda nuestra existencia. No es nuevo esto de la creatividad y la innovación. Llevamos miles de años haciéndolo. Que las organizaciones sepan innovar es otra cosa. Las organizaciones mamut (jerárquicas y burocráticas) no nacieron para ser veloces. Ése es uno de los problemas.

El segundo razonamiento tiene que ver con la generación de ideas. Estamos descubriendo que los individuos conectados personal y profesionalmente tienen más y mejores ideas innovadoras que aquellas personas que no lo están. En fin, en las organizaciones mamut las ideas no fluyen. Las organizaciones que tienen una mayor producción neta de colaboración innovan más y mejor. Lo dice Google.

El tercero tiene con la capacidad para llevar las ideas a cabo. Con la capacidad de escuchar  y ponernos en marcha. Tiene que ver con la valentía y la acción para transformarnos. En 2012, el 50% de las innovaciones de P&G llega de sus clientes. 

La sostenibilidad en entornos de cambio, de innovación, de respuesta rápida, en el negocio del conocimiento, pasa por generar ideas de manera colaborativa. Dentro y fuera.

No es una mera cuestión tecnológica. 

Si entendemos que innovar y tener futuro como organizaciones pasa por colaborar, debemos preguntarnos qué podemos hacer para fomentar dicha colaboración. La mayoría no lo hacemos. Nos quedamos en la tecnología, plantando únicamente las semillas del software, y esperando de brazos cruzados a que la conversación, a que la colaboración, a que la comunidad crezca. Obviamente no lo hará.

Tenemos culturas organizativas que no riegan la colaboración. Quizás es que la tecnología importa poco. Quizás lo que importa son las actitudes y valores. Existe un quiebre claro entre lo que las personas demandan y lo que las organizaciones sistemáticamente nos brindan. Y es que crear una comunidad implica fomentar una serie de valores fundamentales:

 

Las organizaciones somos burocracia, silos de poder, reinos de taifa. Primamos la jerarquía y el mando, la desconfianza y las rivalidades internas. Somos entornos donde la toma de decisión es vertical y los juicios de valor ensucian toda posibilidad de cooperación. En entornos de control primaremos la competición, nunca la cooperación. 

Por eso nunca surgirán ideas. Por eso no merecerá la pena conversar. Por eso nuestras organizaciones tenderán a ser menos competitivas. Morirán.

Trabajemos con los líderes. Trabajamos desde Gestión de Personas.

¿Por dónde empezar? Sin duda, por arriba. Volvamos a la cultura, a lo que transmitimos, a nuestra gente. El líder jerárquico amenazará siempre la colaboración. La toma de decisiones vertical minimiza la autoresponsabilidad. Dinamita la autonomía de las personas. Podemos invertir todo lo que queramos en redes sociales internas o herramientas de gestión de proyectos que propicien la colaboración, que sin el compromiso y soporte de los líderes todo será en vano. Yo comprendo que la conversación asuste al líder tradicional. Le dará miedo que las personas se unan, compartan, acumulen poder e influencia. Quizás su posición solo se sustente en el poder formal. Quizás es que nuestros líderes no sirven en un nuevo mundo digital. Sinceramente, rezo porque en vuestros consejos de administración haya al menos una sola persona que tenga algo de curiosidad por la conversación en la red, y sepa trasladarlo a vuestras comunidades de personas.

¿Y qué más? Más allá de asustarnos con la conversación, ¿qué podemos hacer desde Gestión de Personas? Debemos ser un agente que promueva la conversación productiva, que facilite entornos de confianza, que premie la interacción y la colaboración, que facilite el aprendizaje compartido. Debemos dar ejemplo, con nuestra escucha, llevando al terreno real las ideas que se recojan en lo virtual. Escuchemos, seleccionemos ideas, implantémoslas.

Pero sucede al revés. Lo que estamos haciendo es prohibir la conversación. Señalar a quien comparte en un blog, tildar de freak a quien te envía un tweet con un artículo interesante sobre una determinada disciplina. -Maldito que tienes tiempo para leer. No creo que sea cuestión de tiempo. Es cuestión de prioridades.

Dejo alguna sorpresa para la presentación y paro aquí. Quizás es que desde la función de Personas aún estamos en la fricción. En poner baches. Mucho me temo que seguimos empeñados en poner trabas a la organización. Privacidad, aspectos legales, que si bien son importantes, únicamente nos permiten gestionar desde la homogeneidad… Café para todos. Y mientras estamos en el barro de las bajas, el despido y el cálculo de la indemnización nos alejamos de lo estratégico, del cambio y la innovación.

Creo que no refleja nada más que nuestros propios miedos. No sabemos, no podemos. ¿Cambiamos?

*la foto es de @freeflyer09 ¡Gracias!

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