Implosión: Acción de estallar hacia dentro las paredes de un recipiente cuya presión interior es menor que la exterior.
Hace un par de días hablábamos de una realidad inapelable para todo profesional. En los proyectos organizativos crecemos o decrecemos día a día. Hablando en términos de valor para el mercado, hoy podemos valer más o menos que ayer. Mañana valdremos más o menos que hoy. En un mundo incierto, somos los únicos responsables de trabajar poniendo el foco en nuestro desarrollo profesional en las organizaciones. Nuevos mecanismos de compromiso de las generaciones Y y Z, que dicen algunos.
En dicha evolución juegan, obviamente, un papel capital las organizaciones en / con las que depositamos nuestra pasión, nuestras capacidades, nuestro saber hacer y nuestro buen hacer. Organizaciones que nos moldean. Personas que moldean organizaciones. Las empresas, como suele apuntar Óscar, son mecanismos sistémicos que se pueden transformar y nos transforman:
Necesitamos transformar personas para transformar las organizaciones.
Necesitamos transformar organizaciones para transformar personas.
Hablaba Óscar de ello allá por 2010 en el blog de Ferruelo & Velasco.
En nuestros proyectos, navegamos entre estilos de management, más o menos avanzados, cuya escuela surge hace más de cien años para dar respuesta a necesidades hoy superadas. Marejada y naufragio. Management caduco. La organización jerárquica (1.0) tiende a matar el compromiso, el apego, el sentimiento de pertenencia, la motivación y la creatividad de las personas.
Y trabajamos para analizar y moldear las reglas del juego. Ayer lanzábamos la idea de la culebra, no dejes de moverte, culebrea. Intenta crear condiciones en tu marco de actuación que te permitan comenzar a generar cambios. Para ello, no dudes en engancharte a quienes están por la labor. Arrímate a los líderes que intentan definir un nuevo marco. Con ellos puedes vivir dos transformaciones, la tuya y la de tu organización. Step by step, pero pegaditos al cambio.
La gente de K2K hacía el otro día énfasis en la necesidad de desarrollar entornos de confianza y libertad que promuevan el compromiso y la iniciativa de las personas. “Más actores y menos títeres”, afirmaban. También ellos son conscientes de que el líder del control, el líder jerárquico, el líder posicional no es sostenible y debe morir.
¿Podemos con nuestra actitud construir espacios y entornos de trabajo más creativos, innovadores, rompedores y atrevidos? ¿Todo vale por el cambio? ¿Trabajamos para construir (o re-construir) las relaciones de confianza con los actores que definieron esas reglas del juego en nuestro trabajo? ¿Tenemos alguna posibilidad de construir una vida profesional retadora, dinámica y divertida?
Yo me apunto a dar pasitos, y suelo decir que para ello, es bueno rodearse de implosionadores de culturas.
Sueño, rindo mejor y soy más feliz.
* Hombrecillo apunto de implosionar cc de flickr: @ungabo