Hace algunos meses realicé una presentación #lanerakoprest con chicos y chicas de Deusto invitado por Ainhoa y Jesús de Deustoalumni. Se pusieron en contacto y me invitaron a hablar sobre creatividad y empleo. Alarma. ¿#creatividad? concepto sobado. ¿#empleo? objeto volador no identificado. Entre medias, gurús que parlotean sobre idénticas claves a la hora de aproximarse a la búsqueda de empleo desde una perspectiva innovadora.
Le di varias vueltas a las ideas y el formato, y quizás porque no era lo habitual, durante semanas sentí vértigo ante lo que se me iba ocurriendo. Había decidido llevarme a la universidad mi teclado Clavia, pedir prestado un amplificador Fender (gracias Eneko) y dar un mini concierto en uno de los claustros de Deusto. Entre canción y canción charlaríamos sobre cómo la música me había ayudado personalmente a enfocar la búsqueda de empleo, e incluso a encontrarlo.
He participado en unas cuantas charlas ya. Y he dado aún más conciertos. No me suelo poner nervioso, pero el mezclar ambas dimensiones (música y Recursos Humanos) removió algo en mi estómago, me sacó de mi zona de confort. Desconozco si los asistentes lo notaron, y visto con perspectiva, quizás no fuera para tanto, pero pasé unos días como un flan. Una sola frase de Iñigo me hizo entender que el riesgo había merecido la pena.
Una de las ideas que intenté trasladar es la de apoyarnos en aquello que nos hace diferentes, buscando y potenciando eso que nos hace especiales; únicos. Hablamos sobre bucear en nuestras habilidades, sobre conocernos un poquito más y aprender a destacar nuestras rarezas.En mi caso, suelen estar ligadas a la música. Les conté, por ejemplo, cómo el realizar audiciones de piano desde los 8 años me había ayudado a perder el miedo a enfrentarme a cualquier púbico, o sobre aquella ocasión en la que nos organizaron un concierto en la Gipuzkoa profunda y no vino nadie a vernos. ¡Cero! 🙂 Por supuesto, tocamos para los camareros y los promotores ¡y el concierto fue genial!
Traigo todo esto a colación tras leer una entrevista que Rockzone realizó al músico Josh Homme, de Queens of the Stone Age. En ella habla de la razón fundamental del artista a la hora de crear arte. Primera cita, el riesgo como necesidad. Segunda, la originalidad, porque “la música nunca es errónea”. Me lo apunto y derivo: “Tu esfuerzo nunca será erróneo”.
“A medida que pasa el tiempo es importante madurar y convertirte en un adulto. Tienes que poder mirar a la gente a los ojos y tomar decisiones difíciles para poder preservar el arte. Tomar riesgos. Si no arriesgas nada, no consigues nada. Así que tomar riesgos es una necesidad. Te conviertes en hombre o mujer cuando tomas riesgos de verdad y asumes tus fracasos. Cuando tienes que enfrentarte a una situación difícil es cuando descubres quién eres de verdad. Hacer discos se ha convertido en eso. (…) En la música, jugar sobre seguro equivale a la muerte. Es hora de hacer tanto arte como podamos antes de morir.”
“Éste es un momento para ser tú mismo, no para copiar a nadie. El 99% de lo que somos es lo mismo. El 99% por lo que pasamos es lo mismo. Nos levantamos, cagamos, nos ponemos pantalones y vamos a por comida. Pero hay un 1% que es único y solo lo tienes tú. La música debe tratar sobre ese 1%. Tiene que amplificar ese 1%. Así que hazlo. La mínima obligación de cualquier banda es intentarlo. Porque la música nunca es errónea.”