Las organizaciones vienen librando desde hace años una batalla por el compromiso, por la involucración de las personas. Seguramente lo hayas escuchado alguna vez: “buscamos personas comprometidas con nuestro proyecto”. ¿Que buscas qué? Iluso.
No son pocos los directivos que demandan a sus colaboradores actitudes y atributos ligados a la seriedad, la profesionalidad, el compromiso, la ilusión o la confianza con el proyecto organizativo. Como si (casi todas) las personas no trajeran dichos valores de serie. De hecho, en multitud de ocasiones, se da la paradoja de que dicha correspondencia comienza a fallar en el debe de las organizaciones. Vamos, el huevo o la gallina. En lugar de preguntarte cómo conseguir empleados que se involucren con la organización te propongo que reflexiones sobre los mecanismos y cambios necesarios para construir una organización que inspire, que promueva la imaginación, la iniciativa y la pasión. Quizás solicitarte algo así implica dar por hecho que tienes la humildad suficiente como para promover ese análisis. Y que, si lo llegas a hacer, impulsarás algún cambio.
Yo te lo aseguro. Las personas buscan oportunidades de crecimiento, quieren crear algo mejor, demandan espacios para probar y equivocarse, probar y tener éxito. Las personas demandan oportunidades para provocar impactos. Partiendo de ello, te será fácil concluir que estas mismas personas necesitan saber que trabajan por algo loable, y no únicamente para financiar tus tarjetas black, engordar el fajo de billetes en tus pantalones ni para financiar tu próximo Mercedes pagado con dinero negro. Los colaboradores ya no dan cremita. Se han puesto quisquillosos.
Y claro, algunas de las preguntas que se hacen son las siguientes: ¿el equipo directivo de esta empresa me respeta? ¿La organización me dota de oportunidades para crecer? ¿Hay espacios para transformar y provocar cambios? ¿Puedo hacer algo que genere un impacto? ¿Existe una visión compartida que justifique que yo dé el do de pecho? Quien conduce este autobús, ¿es fiable? ¿Qué comportamientos se están premiando en esta empresa? ¿Qué comportamientos se están castigando?
Si no intuyes las respuestas quizás no sea el momento de pedir que te den cremita.
* Por cierto, me estoy aficionando a los bancos de imágenes gratuitos que nos proponía hace unos días Dustin Senos. La foto que ilustra el texto es de