Danza primal e interacciones primordiales (7). Capacidad de trascendencia.

Esta noche finalizamos el repaso del modelo de las Interacciones Primordiales de Daniel Taroppio. Los textos se apoyan en las dinámicas y vivencias del taller de “Capacidades básicas del Profesor Facilitador” que impulsa el área de Innovación Docente de la Universidad de Deusto, así como en el propio libro “El Vínculo Primordial” de Taroppio. (*)

Último trayecto de este viaje. Continuamos adentrándonos en lo desconocido. Paradójicamente, apunta Taroppio, nuestra experiencia interior nos lleva de nuevo al origen, a la Fuente. El origen es la unidad, la integración de los opuestos y las polaridades complementarias. “Alcanzar la consciencia integrada es fruto de la unión de lo masculino y lo femenino”. Logos y Eros. Habla del final del camino para comprender que la meta nunca existió. Sólo se trataba de caminar, no de llegar. 

En la búsqueda del autoconocimiento, defiende el autor, el objetivo es dejar de ansiar aquello que está en otro tiempo y lugar (el futuro), sino de conectarnos con el aquí y el ahora. Somos aquello que pretendíamos conocer. Implica liberarnos de la pulsión de proyectarnos en el logro, en el “hay que llegar”. ¡Es precioso!

Sin embargo nos vuelve hablar de posibles disociaciones de esta capacidad: por un lado se encuentran las tendencias “elevacionistas” de quienes se abandonan a lo espiritual y el más allá. El desprecio a lo material, lo humano, el cuerpo, la sensualidad, las relaciones. “Dios es hombre, padre severo que juzga y castiga el error del hombre y rechaza lo femenino”. Por otro lado habla del inmersionismo, que aboga por el espíritu encarnado, vivo, latente, en entrega con la naturaleza, “Dios es madre nutritiva y protectora. Tierra que se manifiesta en los frutos y los ciclos y procesos naturales”.

Desde la integración y la unidad confluyen el observador y lo observado:

Aquel que observa es uno con aquello que es observado”. 

Desde ahí, dejamos de buscar.

Desde el enfoque del Yoga el centro energético vinculado a la trascendencia es el chakra coronario, que nace en el punto medio de la cabeza y coronilla. La Gran Mente. A través de este centro se recibe la inspiración espiritual, el retorno a la unidad. Inicialmente buscaremos las posesiones, el placer, el poder, el cariño, el conocimiento, el intelecto, la divinidad. Avanzamos intentando alcanzar sustitutivos para volver al inicio. A que somos aquello que buscamos. La esencia del Tantra es concebir la materia, la persona, mente y universo como unidad. Somos parte indisoluble de un sistema donde todo está íntima relacionado. Superamos nuestra realidad limitada para ser fuente de libertad, creatividad y amor. Universo como danza, sistema de relaciones infinitas. Parte de un único movimiento.

Desde el punto de vista energético volvemos a trabajar con la meditación, con ejercicios de respiración, energéticos, expresivos y de interacción con el grupo. Hablamos de una meditación libre, sin prejuicios. La forma de meditar pierde importancia cuando lo relevante es conseguir fluir con facilidad.:

Solemos creer que la meditación nos llevará a estadios “superiores”, estados de consciencia sobrenatural o de fenómenos extraordinarios. Nuestra concepción dista mucho de estas expectativas fantaseadas. La meditación debe salir de lo oculto y de lo misterioso y llegar a donde más útil resulta: la vida cotidiana. – Daniel Taroppio

El arte de la meditación es el arte de estar presentes. En lo que estamos haciendo. En el día a día. En las cosas más simples. Lo leo en el libro de Taroppio. Y también lo hablaba con mi madre hace unos días paseando por el parque cerca de casa mientras Martín se entretenía con unas margaritas. Los adultos hacemos las cosas mientras nuestra mente divaga ajena al momento vital actual. ¿No será el fluir algo tan sencillo como estar conectados con el presente? La meditación busca fomentar la habilidad para estar presente en los actos cotidiano, resolviendo la aceleración y el enorme desgaste emocional y físico que el proyectarnos nos produce.

Una mente quieta, alerta, siempre viva, contemplando sin juzgar, serena, aguda en el acontecer. Enriqueciéndose con lo que ocurre, creciendo con todo. – Daniel Taroppio.

Lo cerramos aquí. Y acabo con un silencio, una vez más, recurrente: ¿no habrá hecho esto más que empezar?

(*) El contenido de este post se basa en el libro “El Vínculo Primordial” de Daniel Taroppio así como en lo acontecido en la sesión del mes de marzo del taller “Capacidades básicas del Profesor Facilitador” liderado por Elena Quevedo y Piedad Arbaiza en la Universidad de Deusto.

(**) Acompaña el texto la fotografía de Angela de Benito (libre de derechos) en Unsplash.com.

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