Orsai, sí.

El viernes, al encender el móvil, supe que iba a ser uno de esos días con los grupos de whatsapp atareados. ¿La noticia? Orsai, el grupo de poprock de varios jugadores del Athletic Club, había editado su primer tema propio («One club men») y el videoclip volaba de mensaje en mensaje junto a los pertinentes comentarios y observaciones a favor y en contra. Confieso que abrí el link con cierto pudor… e incluso algo de temor, pero tras los primeros compases supe que podía relajarme y disfrutar de aquellos tres minutos que hoy ya llevan 182.000 visitas en youtube (¡boom!). Hoy reafirmo mi sensación inicial («¡maravilloso!») y me detengo para escribir por qué «Orsai, sí«. Son tres los motivos:

  • Amateurismo, sí. /// Por lo que tocan y cómo lo tocan ///. Porque algo profesionalmente ejecutado o demasiado complejo y producido no hubiera sido creíble. La canción es simple, directa e imperfecta, y el amateurismo que desprende ayuda a pinchar esa burbuja del futbolista endiosado y esclavo de las estrategias de marketing. Esta imperfección les iguala a su público, el bilbaíno, en un rol, el musical, que no es su fuerte. San Mamés conecta con su Athletic porque siente que cualquiera de los 50.000 espectadores podría estar allá abajo, en el césped; porque les vimos crecer en Lezama. Y hoy conectamos con Orsai porque no pretenden vendernos nada que no sean: una cuadrilla de amigos que rasguea sus guitarras porque les gusta el rock.
  • Cultura, música y fútbol, sí. /// Siempre he odiado esa disyuntiva entre deporte y cultura ///. Más allá del espectáculo, el fútbol ahonda en la convivencia y puede enriquecer a la sociedad que lo hospeda. Desde una estrategia consciente, clubes como mi Athletic pueden contribuir al constructivismo social desde valores positivos (valores asociados a la entrega, el compañerismo, la compenetración y el trabajo en equipo, etc.). Bilbao y la Fundación Athletic Club llevan más de una década intentando aunar ambos: Letras y fútbol, Bertso derbiaThinking Football (festival de cine), impulso del euskera… Habrá quien deteste el fútbol y lo tache de un deporte belicista y anti-cultural. A más de una de estas personas he regalado uno de mis ejemplares ya leídos de Líbero, la «revista cultural que quiere atraer al fútbol las reflexiones sociales e impulsar un fútbol sin gritos«. Que sean los propios jugadores quienes contribuyan a aunar fútbol y música hace que de inmediato me quite el sombrero.
  • Por ser quienes son, sí. /// No es casualidad que uno de los impulsores de Orsai, Óscar de Marcos, haya publicado hace bien poco «Togo», un libro autobiográfico sobre su experiencia como cooperante en África (un texto corto precioso, por cierto, que Ana y yo leímos al alimón en un viaje de avión a Barcelona). Que Óscar esté involucrado en esta iniciativa elimina de raíz cualquier suspicacia respecto a la misma y sus componentes. Vemos además que los estereotipos de futbolistas modernos no casan tampoco con el resto de los integrantes (Dani García, Lekue, Balenziaga, Vesga y Villalibre). Quizás hubiera torcido el morro si los nombres hubieran sido otros. Quizás no, seguro…

«Lur zati honetan tinko ditut oinak, ta ez nauzue mugituko erraz» /// «Mantengo los pies firmes en este trocito de tierra y no me vais a mover facilmente»

Orsai y su «One Club Men» apela a un ideal, la fidelidad a los colores. Lo hace con una canción que podríamos haber firmado cualquiera de nosotros y la ejecutan seis amigos que no levantan suspicacias. Para nuestros hijos el mensaje de estos días es potente: el Athletic puede ganar y gana títulos y sus jugadores, amigos desde la infancia, se divierten tocando música. Si sirve para que una decena de niños y niñas bilbaínas se animen a dar clases de guitarra, todo el circo que pudiera rodear a Orsai habrá merecido la pena.

    Edu says:
    01/25/2021 Responder

    Pues si, de acuerdo en todo.

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