«Espero, viejo, que trabajando mucho haré algún día algo bueno. No he llegado aún, pero no abandono mi puesto y me esfuerzo por alcanzar mi objetivo. ¡Quisiera realizar algo serio, algo nuevo, algo que tuviera alma! Adelante, adelante.»
En estos momentos en los que intentamos dar forma a nuevas canciones me asomo a las cartas de Vincent Van Gogh a su hermano Theo, con quien se escribió durante años hasta su muerte en 1890 (Cartas a Theo – Alianza editorial 2012).
Pintamos nuevos lienzos y compartimos anhelos del proceso de creación. Hoy, más que nunca, se me hace cuesta arriba dar forma a las composiciones de estos dos últimos años. Dudo a cada paso y necesito perspectiva: me pregunto si aquello que compongo tiene verdaderamente alma. Y nadie puede darme la respuesta.