Absolutamente infinito.

«Si se le encarga a un geómetra que calcule la longitud de las costas de Inglaterra, considerará a los accidentes de la costa como a otros tantos pequeños segmentos de rectas, más o menos largos, puestos uno tras otro. Sin embargo, si se piensa bien, es una aproximación práctica pero engañosa. Las irregularidades de esas costas, si uno se toma la molestia de medirlas, son bastante largas, puesto que son bastante sinuosas. Un caminante necesitaría sin duda décadas para medir la exactitud la costa de Cornualles, si se le antojara seguir todos los recodos de la orilla; y esa precisión aún no sería perfecta.

Porque la más ínfima irregularidad se compone en sí misma de minúsculas anfractuosidades, de manera que se puede llegar incluso a decir que la costa de Cornualles es absolutamente infinita. Y ese descubrimiento se puede extender al conjunto de los objetos naturales: el pliegue de una oreja, la mano de un niñ0, los vientres de las mujeres, también son absolutamente infinitos. Infinito es la última palabra escrita por Richard Abercrombie en su voluminoso clasificador verde: ahora su obra está perfecta.»

La teoría de las nubes – Stéphane Audeguy

Acabo de cerrar la última página de «La teoría de las nubes«, de Stéphane Audeguy. Llevo días dándole vueltas a la razón por la que me ha tenido fascinado y son varias. Me conecta con la auto-exigencia, con el ansia de abarcar lo inabarcable, la constante derrota de quien necesita manejar aquello que sucede alrededor. La obsesión de control en contraposición con el confiar y fluir (qué difícil). Los recursos malgastados, los proyectos-ego de escaso sentido, insignificantes pero tan y tan presentes en nuestras organizaciones. Agua, polvo, cuerpos… El deseo de entender las nubes, oiga.

Finitud o infinitud. Causalidad o sistémica. Pragmatismo o poesía. Material o inmaterial. Fin de proyecto o proyecto en beta. Ganarte o recorrerte. Un solo yo o múltiples yos. Automatismo o consciencia…

Me ganó porque quizás, al fin y al cabo, todo se reduzca a poder ir aumentando nuestros niveles de consciencia para no dejarse ir demasiado. A mí me vale.

 

* Fotografía de @Andrewruiz en Unsplash.

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