Nos lavaron el cerebro.

 

Me he entretenido leyendo el Manifiesto de Seth Godin “Brainwashed: seven ways to reinvent yourself”sobre el nivel de ceguera que sufrimos. Nos han lavado el cerebro y ni nos habíamos enterado. Godin apunta al centro de la diana al promulgar la necesidad de reinventarnos. Continuamente. Me lo grabo a fuego y siempre experimentamos resistencias…

Me gustaría sumergirme hoy en dicho texto, en el que Godin nos reta a asumir los riesgos necesarios para asegurar el éxito en esta nueva economía que nos invade. Para ello incita la conspiración y la rebelión:

Todo empezó cuando éramos unos críos, cuando con apenas cuatro años de edad el sistema se empecinó en hacernos creer que lo ideal era no salirse de lo establecido.

Brainwashed”. Entre todos nos lavaron el cerebro. Padres, profesores, autoridades en cualquier ámbito, ansiaban que los cachorros no se descarriaran; Nos enseñaron a seguir la manada, a vivir en la media.  Premiaron a los estudiantes que memorizaran sin rechistar, quedó claro en su día que hacer preguntas era mear fuera del tiesto: ¿Para qué, si no iba a entrar en el examen? Las empresas del futuro buscaban trabajadores aplicados, que cumplieran sin excesos, que siguieran los manuales sin alzar la voz. Unos pocos dictaban, y el empleado ejecutaba.

No nos programaron para cuestionar las realidades, puesto que había una única realidad.

Y nos prometieron que si seguíamos las reglas alcanzaríamos el éxito. Que alcanzaríamos cierta seguridad. A ellos les había funcionado. Con el Audi y el piso en la playa, parecía que tocaba replicar los logros de los mayores. 

Pero de repente todo empezó a cambiar. Las otrora grandes burocracias comenzaron a darse cuenta de que debían “adelgazar” para sobrevivir. Para actuar con flexibilidad ante las demandas de mercados saturados y globales comenzaron a clamar en busca de la diferenciación. En busca de las sorpresas. La economía empezó a buscar a esas personas que destacaran del resto.

Hoy crece el desempleo, y a su vez, la exigencia para quienes tuvieron la suerte de quedarse a tirar del carro. Se reduce el mercado, aumenta la competencia… Es posible negar esta realidad, pero no sería rentable para quienes buscamos desarrollar una carrera profesional –aunque cueste creerlo, una cierta mayoría deambula inconsciente en la senda laboral, sin perspectiva más allá del corto plazo sobre hacia dónde se dirige.

Seth Godin nos relata que curiosamente vivimos hoy una revolución que nos permitirá reinventarnos. Desaprender para ser distintos, para destacar, interactuar, ganarse la vida de una forma completamente nueva. Una oportunidad para reinventar completamente nuestro papel en el sistema. Ese sistema que no buscó creadores de ideas que apasionen, que no buscó votantes informados, y por supuesto no supo hacernos formular las preguntas adecuadas. Porque pensaron que habría suficientes tuercas para todos. La fábrica sería lo suficientemente grande para que todos pudiéramos vivir tranquilos y seguros.

“If you’ve got the time, the intellect and the Access to get your hands on an idea … then you have the ability to reinvent yourself.”

Godin apunta 7 factores en los que apoyarnos a la hora de pensar y ser diferentes, a la hora de reinventarse:

  1. Conecta: Hoy estamos conectados. La puerta está abierta para ser escuchados. Tenemos las herramientas para hacerlo sin grandes presupuestos o planes de negocio. Indica Godin que “sólo la gente que sea capaz de emocionar traspasará el umbral”. Solo así se alcanza la capacidad de cambiar a los demás, de tener influencia en las personas. Conecta con la emoción en lo que haces. Tener la posibilidad de interactuar con cualquiera ha revolucionado el mundo. Y bien es cierto, no se puede controlar.
  2. Sé generoso: La economía hoy reclama compartir, ser generoso. Pero no dés únicamente para obtener. La economía tradicional comienza a competir con un modelo de economía tribal, aquella en la que los individuos se apoyan entre sí para alcanzar un mayor status. Individuos de la tribu que, interconectados, se apoyan para crear riqueza, impulsar las ideas y reconocer las aportaciones de valor. Si eres íntegro y generoso al hacerlo, tendrás más posibilidades de seguir haciéndolo.
  3. Haz arte: El arte es ser original, establece conexiones entre quien crea y quien lo recibe, el arte es generar diferencias. “El arte es lo contrario de trigonometría” –apunta Seth. El arte de conectar con una persona genera beneficios. Los trabajos rutinarios se asignan “a precio”, los que generan arte son los susceptibles de ser recompensados.
  4. Reconoce al lagarto: Nuestro cerebro reptiliano, aquel que censura el arte y opone resistencia es la censura que nos auto imponemos. Y es fácil de convencer, porque vive del miedo, de seguir las instrucciones… nos ha servido en el pasado, buscando la seguridad. Godin apunta que debemos reconocer al lagarto para poder ignorarlo.
  5. Lanza: Despista a tus competidores, abre la puerta y lanza la red. Anímate a ser tachado de “poco convencional”. El cerebro reptiliano opone resistencia a la hora de lanzar iniciativas, a la hora de entregar novedad. El objetivo debe ser que las cosas sucedan, que se hagan, que no se queden en el tintero de las fantásticas ideas del sábado en el monte. Crear resultados que la gente busque.
  6. Fracasa: No nos enseñaron a fracasar. Aprendimos a callarnos para “no liarla parda”. La reinvención del mercado demanda que tengamos la capacidad de fracasar. A su vez, debemos ser condescendientes, y aprender a aceptar que los demás pueden fracasar.  La vieja economía no se podía permitir el lujo de fracasar; instituciones que imbatibles, mastodontes de la eficiencia. Hoy, crear arte es arriesgarse a fracasar – ¿alguien se acuerda de googlewave?, pero Google sigue ahí.
  7. Aprende: Es la clave de los pilares anteriores. No te limites a lo aprendido en la Universidad, en el colegio. En el pasado la carrera del oficio requería ascender en la pirámide, de una única empresa, en un único barrio, en un único puesto. Hoy no.

La realidad da la razón a Seth Godin. Nacen cientos de proyectos cada día en España. Proyectos liderados por personas que en mayor o menor medida intuyen estos siete pasos. Personas que no dudan en lanzarse al agua y apostar. Con inteligencia, capacidades, y sobre todo ganas. Es triste que, para la inmensa mayoría, textos como este sean mera ficción. ¿Es tu caso?

Si tú también piensas que nos lavaron el cerebro y hoy quieres rebelarte, este manifiesto es un buen punto de partida.

* Publicado originalmente en www.ferrueloyvelasco.com

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