Un no tan pacto entre caballeros.

“Es mejor ser pirata que alistarse en la marina de los Estados Unidos. ¿Quieres vender agua azucarada el resto de tu vida, o quieres hacer historia?” | wikiquotes

Es una de las citas más célebres de Steve Jobs. La solemos utilizar al hablar de selección de personas, atracción de talento y traslado de visión organizativa. Una cita que inspira retos, el anhelo de nuestros sueños: cambiar el mundo. Anduvo sembrado el bueno de Jobs.

Pero ni siquiera la frase más acertada, ni trabajar en la empresa más valiosa del mundo (hasta hace bien poquito), asegura la retención del talento. Para Apple y para Jobs inspirar sueños no fue suficiente.

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Este próximo martes debía haber comenzado, en California, un juicio en el que Apple, Intel, Google, Intel o Pixar se enfrentaban a indemnizaciones millonarias por llevar a cabo un pacto de no agresión en la contratación de sus ingenieros/as desde 2005 hasta 2011. Más de 60.000 personas involucradas. Sin embargo, hace unas semanas alcanzaron un acuerdo, evitando el juicio a cambio de 324 millones de dólares.

Jobs solía llamarlo “un pacto entre caballeros”. Más bien, un pacto ilegal entre caballeros.

“Si piensas contratar a uno solo de mis empleados tendremos una guerra” Email de Jobs a uno de los fundadores de Google.

Resulta que, ante la falta de ingenieros en la zona, los/as trabajadores/as utilizaban las ofertas para negociar mejoras laborales y saltar de empresa en empresa mejorando sus condiciones. Ante la escalada de salarios y ofertas, y temeroso por esos proyectos que quedaban a medio hacer, Jobs promovió un acuerdo para no robarse trabajadores/as, primero con Google y luego con el resto de empresas. Las grandes tecnológicas consiguieron que el talento tuviera serias dificultades para cambiar de proyecto a la par que contenían los salarios. Reinaba la calma.

Ni siquiera el construir y potenciar una “marca” reputada como empleadores va a asegurar la retención del talento.

Sin embargo, debemos seguir trabajando en dicha línea para que nuestra cultura organizacional (lo que somos y transmitimos) anime a las personas, a las mejores, a desarrollarse y crecer con nosotros. Para ello es fundamental fomentar y dar recorrido a valores y formas de actuar con los que las personas se sientan identificadas. Mantener una coherencia y cohesión interna y externa de nuestra misión y visión declarada y nuestras políticas (ser y parecer).

Desarrollo, carrera profesional, proyectos retadores y compartidos, una retribución en base al desempeño, políticas de flexibilidad, conciliación… muchísimas cosas en las que podemos mejorar para ser considerados un proyecto atractivo para la gente buena.

Cohesión y visión compartida.

Con referencia a esto, esta semana he tenido un ligero traspiés. He observado cómo la marca de empleador se la juega en cada conversación, en cada entrevista, en cada proceso de selección. No solo jugamos el partido Gestión de Personas. Lo juega cada director o directora, cada mando intermedio, cada persona que entra en contacto con personas de talento potencial. Compartir los sueños, compartir los retos y desarrollar una visión compartida de los proyectos (cohesión en el mensaje) se antoja fundamental para atraer a los/as mejores. Quiebres en el mensaje y el discurso pueden dejar en la cuneta a buenas/os candidatas/os.

No nos despistemos. La movilidad es un síntoma sano del funcionamiento del mercado de trabajo. Lo que le pasó a Apple tiene más que ver con la escasez de talento, con la escasez de personal altamente cualificado en determinados entornos. En otros, quizás hasta deberíamos promover dicha movilidad: ¡Qué bueno sería fomentar los vaivenes, las idas y venidas de profesores/as e investigadores/as en las universidades españolas! ¡y la movilidad entre universidad y empresa! 

Estoy seguro de que definiendo y desarrollando procesos de gestión de personas más y más profesionales, así como reduciendo la endogamia de los equipos y departamentos, conseguiremos, poco a poco, atraer a los y las mejores. Enriquecer nuestro proyecto con personas de talento. En ello estamos.

Edito. Me hubiera gustado hacer referencia a un artículo de Iratxe Bernal que leí en El Correo hace un par de semanas, pero ha sido imposible localizarlo en la red… 🙁

* La fotografía es del perfil de flickr de @sophiadphotography.

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